¿Me olvidaste?
Tejido por Ruby Ayca Castillo¿Me olvidaste?
¿Quién me hace la pregunta? ¿Un muerto? ¿Todos los muertos? Haré como si fueras tú el que me pregunta y te respondo: no podría olvidarte porque no te conocí. Me habló de ti mi abuela, tu mamá, con esfuerzo porque le daba mucha pena. En sus cuentos eras un príncipe, el más guapo, el más bondadoso, el más inteligente, el mejor hijo que pudo haber tenido. Pero no un príncipe de cuento de hadas, un príncipe tragado vivo y cocinado a fuego lento en el intestino de un monstruo, un príncipe de cuento de horror. Luego mi abuela callaba para no ponerse a llorar. Tampoco era fácil para mi mamá. Ella trataba de que los cuentos no fueran tan amargos, pero sabiendo ya el desenlace era imposible. Acamparon en playas solitarias, se casaron y tuvieron una hija. Con los años he llegado a comprender que no se conocieron tanto. Hubo amor, intensidad, sueños de futuro para la familia y para la patria, destruidos todos, pero no hubo tiempo. A los veintiséis años él ya estaba muerto y a los veinticuatro ella ya era viuda. Los relatos de tus hermanos, de tus amigos, de tu abuela y de tu padre, de las mujeres que te amaron, de tus compañeros de partido y de los que estuvieron contigo en una celda eran también cuentos de horror y de heroísmo. Es triste, no puedo pensar en ti de otra manera. Muchas veces, cuando en medio del insomnio regresan desarticulados fragmentos de esos cuentos, quisiera pensar en otra cosa, distraerme, olvidar de una vez y para siempre la tragedia histórica y la maldad humana que destruyeron tu destino. Pero no puedo. A esta altura está grabado en mi tejido celular, es parte de mi cuerpo. Además, se siente muy real el deber de seguir contándole a los niños estos cuentos que acaban siempre en Nunca más. Sólo a veces logro pensar en ti con desaprensiva ternura. Logro sacarle de encima la mueca horrible imaginada a la sonrisa quieta de tus fotos y decirle a tu fantasma cosas tales como: “Escucha, un chucao, el motor de una lancha, un lobo de mar”.
Ruby Ayca Castillo. Auditora de profesión y tejedora textil por pasión, descendiente aymara. Admiradora de las mujeres activistas y luchadoras.
Josefa Ruiz-Tagle (Santiago, 1973) es escritora y periodista. Autora del libro No dijeron muerte (2023) y co-autora junto a Lucía Egaña de la Enciclopedia del amor en los tiempos del porno (2014). Hace talleres literarios y dirige el proyecto Escuelita narrativa. Es hija de Eugenio Ruiz-Tagle, ejecutado político.
Proceso de tejido
Imágenes complementarias
20x20 cm | Hilo de algodón e hilo de bordar | Tapicería y bordado